¿Con quién vas a compartirla?

¿Eres tan generoso que vas a invitar a tus amigos a disfrutar de esta joya gastronómica o eres de los que prefiere guardársela para él? Si haces cálculos verás que es más que asequible y que con solo una trufa de un tamaño normal puedes hacer un montón de comidas, incluso trufar productos como el queso, los huevos, mantequilla con los que potenciar los sabores de tus elaboraciones, por sencillas que sean.

A los niños también les suele gustar su sabor, por lo que una comida en familia con este toque tan original puede ser una muy buena forma de disfrutarla.

Y si lo que tratas es de sorprender a alguien especial, sin duda acertarás en cualquier restaurante que incluya este manjar en su carta.

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